MIS LETRAS
A continuación, usted podrá apreciar algunas de las letras y autorÃas de Hernán Insunza y que reflejan su rico bagaje cultural con raÃz folclórica.
TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS
Peces
y
Estrellas
Mi
Mundo
Casita
de
Barro
Penas
Asamblea
del
Calzado
En la noche navegando / en doble espejo de luces / el pescador de ilusiones / sueña en canto de sirenas / sus anhelos de abundancia / hacen livianos los remos / y las redes se despliegan / y atrapan peces y estrellas.
La caleta le despide / disimulando temores / y al santo Dios le invocan / protección en sus labores / Salobre brisa le cubre / su rostro de cochayuyo / con su lancha, con sus redes / rema y rema por los suyos.
Vuelve pronto pescador / rema, rema que te esperan / gaviotas de alegre vuelo / nuevos cantos de sirenas / vuleve pronto pescador / a tu hogar de primavera / donde abundan ilusiones / de atrapar peces y estrellas.
Sueño alejarme del mundo / en que el odio es alimento / y vivo mi propio mundo / conociendo sus fragmentos.
Se han quitado las barreras / que limitan a la gente / y me muevo por la tierra / como un animal silvestre.
La mentira ya no existe / se ha sepultado el engaño / y un hombre de piel oscura / con un blanco se ha abrazado.
Las aves ocupan su espacio / en los cielos descubiertos / del humo de la inconciencia / de la selva de cemento.
Un niño feliz jugando / dando brincos, volteretas / y en otras manos un trompo / desplazó a la metralleta.
Que distinta situación / vive el mundo aquà en mis sueños / que no quiero despertar / para ahogarme en desconsuelo.
¿Hay esperanza en la tierra / de arreglar la situación / o la indolencia nos ciega / me pregunto en mi canción?
Me apenan las opresiones / me apenan los gobernantes / me apena un niño que llora / también me apena un cesante. / Me apena un ebrio que cae / habiendo perdido el juicio / y el joven sin horizonte / que se consuela en el vicio.
Me apena el odio, la guerra / me apena la indiferencia / la desconfianza del mundo / y me apena la inconciencia. / La destrucción de la tierra / la explotación desmedida / el contagio del ambiente / me apena la fe perdida.
¡¡ Yo siento pena Señor / yo siento pena !! / de ver a tu creación / metida en tanto problema / ¡¡ Yo siento pena Señor / yo siento pena !! / de ver al hombre vagar / confundido en su ceguera.
Una casita de barro / un añejo corredor / un piso, un bracero / y un jubilado azadón. / También de barro es el horno / de achacosa posición / desmoronado en los años / de tanto trabajo y calor.
Un jardÃn con una huerta / un gallinero, un galpón / en el corral un becerro / reclamando su ración. / Al lado izquierdo un canal / compañero de la arteza / la que lava las jornadas / y el mantel que hay en la meza.
Vieja casita de barro / donde se aloja el amor / donde hay un perro y un gato / donde hay un grillo cantor. / Un gallo anuncia las horas / la madrugada aparece / con el sol pintando el campo / que Dios al humilde ofrece.
En un rincón de la pieza / se juntaron los zapatos / unos limpios otros sucios / y otros de tacos gastados.
La asamblea del calzado / exponÃa sus problemas / de betunes y costuras / y falta de tapillas nuevas.
Unos bototos muy tristes / alegaron con encono / de sentirse algo cochinos / y en absoluto abandono.
Las chalas por otra parte / coquetas y algo burlonas / hacÃan planes de verano / con las zapatillas de lona.
Una reina taco medio / que perseguÃa otros fines / le suspiraba insinuante / a unos lindos mocasines.
Unos negros de charol / y otros de raso brillante / se apartaban muy molestos / de una chancleta atorrante.
Los negritos colegiales / raspados en la puntita / sólo piensan nuevamente / estar en la pichanguita.
También en la reunión / quiere ocupar su lugar / y reclamar malos tratos / la zapatilla de levantar.
Llega a su fin la asamblea / entre enojo y discusiones / y dos manos ordenando / los zapatos en los cajones.